Manifiesto de la Plataforma en Defensa de Madrid Central

#MadridCentralSeQueda

Cartel-ManiMadrid-Central-Margarita5

Madrid Central es una cuestión de salud. La contaminación del medio ambiente y la mala calidad del aire que respiramos quienes vivimos en esta ciudad son problemas extremadamente graves que deben estar desvinculados de los colores políticos con los que cada cual se identifique.

En un contexto de alerta climática, Madrid Central ha demostrado ser una medida
altamente efectiva que ha permitido conseguir datos históricos en la bajada de los
niveles de contaminación en el centro y norte de la ciudad, sin atisbo de «efecto frontera» [1]. A ello se suma el impacto directo en la reducción de problemas de salud derivados de la contaminación, que conciernen no solo a madrileños y madrileñas, sino también a las poblaciones vecinas; y la mejora de la movilidad en la ciudad, donde el transporte público ha visto incrementado su uso en más de 60.000 personas, según datos de la EMT [2].

La contaminación atmosférica es responsable de cerca de 38.600 muertes prematuras al año en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente [3]. En los primeros meses de funcionamiento de Madrid Central, informes técnicos han constatado que en esta zona descendieron los óxidos de nitrógeno (NOx) en un 38% y el dióxido de carbono (CO2) en un 14,2% [4]. En toda la ciudad, la bajada fue del 9 y el 2%, respectivamente. En el primer trimestre del año, marcado por una estabilidad atmosférica sin parangón en los últimos 10 años, mientras en el resto de la Comunidad de Madrid la contaminación creció un 28%, en Madrid solo lo hizo un 19% y la única diferencia era que en la ciudad existía Madrid Central. El tráfico en zonas tan congestionadas como la Gran Vía se ha reducido desde la implantación hasta un 24% [5], lo que ha contribuido a la reducción de emisiones tóxicas y de su incidencia en dolencias como bronquitis, infartos, asma o fatiga.

Madrid Central es una medida elogiada internacionalmente, ha resultado ser la más eficaz de cuantas se han tomado en nuestro país y ha evitado la sanción que Bruselas debía imponer al estado español por incumplimiento de la directiva europea de calidad del aire [6]. Y va más allá: la ambiciosa medida nos invita a imaginar un nuevo concepto de ciudad en el que las personas y la movilidad sostenible, ya sea a pie o en medios como la bicicleta o el patinete, cobran protagonismo. Un nuevo paradigma de ciudad más saludable, confortable y segura.

Cambiar los hábitos de la ciudadanía es un reto que requiere constancia y coherencia. La autorreflexión es un trabajo a realizar por cada persona, que debe cuestionarse si el coche privado es tan imprescindible como marcan nuestras costumbres. Si nos planteamos cuántos carriles, aceras y aparcamientos dedicamos a los coches y cuánto espacio público a las personas; si observamos los datos relacionados con la emergencia climática, la conclusión ineludible es que debemos cambiar nuestros hábitos. No podemos aceptar más moratorias, no sobreviviremos si no cambiamos.

Nuestro futuro, el futuro de nuestras hijas e hijos y del planeta, depende de las medidas valientes que los gobiernos tomen respecto a los problemas medioambientales, y también de la concienciación de la ciudadanía sobre la necesidad de adaptar nuestros hábitos. Un avance como Madrid Central no puede ser revertido por cuestiones ideológicas, ni los factores políticos se deben anteponer nunca a la salud y el bien común. El anuncio de su derogación ha motivado la creación de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, conformada por asociaciones, grupos vecinales, profesionales de la salud, colectivos ecologistas y otras organizaciones. Nuestro propósito es exigir que se mantengan las limitaciones al tráfico y poner en valor todo lo que significan en cuanto al mantenimiento, apoyo y desarrollo de medidas reguladoras en nuestras ciudades. La prioridad es evitar la incidencia de las emisiones contaminantes en el medio ambiente y en nuestra salud.

La anunciada moratoria de multas anunciada para el 1 de Julio por el nuevo Gobierno Municipal, retorciendo el artículo 247 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible de forma dudosa, se ha realizado sin estudios técnicos sobre sus consecuencias, sin consenso social y, significa de facto, la anulación de todo el área llamada Madrid Central y la eliminación implícita de las anteriores Áreas de Prioridad Residencial. Esta decisión no solo impedirá seguir evaluando correctamente los resultados de Madrid Central para poder fundamentar cualquier mejora a realizar, sino que contraviene toda lógica de adaptación gradual y cambio de hábitos que debe acompañar a las políticas de movilidad.

Por ello, y con el fin de mostrar a nuestros gobernantes esta acuciante preocupación ciudadana, invitamos a cualquier persona u organización social a apoyar este manifiesto. Además, animamos a seguir con atención las acciones contra la derogación de Madrid Central programadas por la Plataforma para las próximas semanas, entre las que destaca la manifestación convocada para el próximo sábado día 29 de junio, a las 19:00 horas, con salida de Callao y llegada a Cibeles.

 
[1] https://www.europapress.es/madrid/noticia-contaminacion-cae-niveles-historicos-centronorte-atisbo-efecto-frontera-madrid-central-20190603110913.html
[2] https://elpais.com/ccaa/2019/05/20/madrid/1558371582_361284.html
[3] https://www.abc.es/sociedad/abci-aire-contaminado-causa-38600-muertesprematuras-espana-201810291657_noticia.html
[4] https://www.publico.es/sociedad/madrid-central-madrid-central-reduce-emisionescontaminantes-38-inicio.html
[5] https://elpais.com/ccaa/2019/04/12/madrid/1555083294_369305.html
[6] https://magnet.xataka.com/preguntas-no-tan-frecuentes/que-puede-pasar-serevierte-madrid-central-multas-millonarias-parte-union-europea

Los vecinos de Centro, hartos de vivir en un recinto ferial permanente

La sucesión de eventos autorizados por el Ayuntamiento de Madrid en los espacios públicos altera el descanso semana tras semana. 

El Distrito Centro de Madrid vive desde hace años aquejado por un exceso de ruido nocturno generado por la industria del ocio. El problema es tan grave que al Ayuntamiento no le quedó más remedio en 2012 que declararlo Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), condición que se ha renovado en 2019 aunque todavía sin adoptar medidas reductoras del ruido lo suficientemente eficaces.

Desde hace algo menos de tiempo –unos dos años- el proceso de turistización del Distrito se ha acelerado de forma alarmante con su manifestación más evidente en el  boom de las viviendas de uso turístico (VUT), sin que el Ayuntamiento haya llevado a cabo una labor inspectora eficaz sobre esta actividad ejercida en la mayoría de las ocasiones –ahora y antes- de forma ilegal.

No contento con ello, el Ayuntamiento de Manuela Carmena se despide de los madrileños con una traca final de eventos organizados en la vía pública, ruidosos, sin respetar los horarios de descanso y con un carácter cada vez más comercial.

Valga como ejemplo la siguiente sucesión de irresponsabilidades:

  • Celebración de la final de la Champions hace una semana, incluyendo el montaje de un descomunal escenario en la Puerta del Sol y otros muchos chiringuitos en esa misma localización y Plaza Mayor. El partido de fútbol no duró ni dos horas pero los vecinos tuvieron que aguantar el montaje, funcionamiento y desmontaje de los tinglados durante dos semanas, incluyendo el ruido de generadores durante casi toda la noche.
  • Celebración de las Noches del Ramadán esta semana, con conciertos en horario nocturno en días laborables, más los ensayos por las tardes, y que dejan espacios como la Plaza de la Paja llenos de basura.
  • Celebración del Orgullo Gay entre el 28 de junio y el 7 de julio, que literalmente arrasará el barrio de Chueca, como todos los años.
  • Celebración de las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma, estas últimas entre el 14 y el 18 de agosto, produciendo la expulsión automática de los vecinos.

No importa cuál sea el motivo original de la celebración (deportivo, religioso, reivindicativo), todos los eventos terminan siendo un negocio de alcohol, una tormenta de ruido, una avalancha de basura y una riada de orines.

La promoción de la cultura y del patrimonio histórico de la ciudad ha pasado a un segundo o tercer plano. Como muestra, basta con ver los paneles informativos sobre la muralla árabe en el parque del Emir Mohamed, totalmente descoloridos por el sol sin que nadie se moleste en renovarlos.

La profusión de rodajes cinematográficos tampoco tiene nada que ver con la promoción del centro histórico, pues normalmente lo único que se hace es transformar las calles en aparcamiento de los vehículos utilizados para trasladar el material y el personal mientras que el rodaje tiene lugar en interiores.

Los vecinos de Centro estamos hartos de que se alquile el metro cuadrado de espacio público al mejor postor para que haga negocio saltándose todas las normas básicas de convivencia y sin respetar los derechos y la salud de los vecinos. Estamos hartos de que el éxito de la ciudad se mida en litros de cerveza vendidos.

¿Qué busca el Ayuntamiento con todo esto?

Pedimos al Ayuntamiento de Madrid que se lleve de una vez todos estos eventos masivos y comerciales a lugares más apropiados.

Ni nuestras casas son hoteles ni nuestras plazas son recintos feriales.